El Superpalo(2007), interpela tanto las voces narrativas de un paisaje político, como la política misma de un estilo literario. Desprendiéndose de los paradigmas del género, Humberto Bas, despliega con potencial poético e imaginativo una narrativa que conminan a transportar al Héroe-Antihéroe al hábitat cotidiano del lector. Una novela que se aventura en la deriva de múltiples diálogos. Autores exhumados, revividos, tanto desde la ironía como desde el sentido tributo.
El encastre narrativo de El Superpalo se ensambla en personajes y situaciones desquiciadas; mamushkas de deseos y desplazamientos en los vórtices de un sendero, río polvoriento, en el que confluyen los más bastos sueños colectivos…
Así…“Pidovca soñaba con que sus vacas le dieran vaquillas y su mujer muchos machitos (…), para seguir teniendo vaquillas y más vaquillas…potreros y más potreros, machitos y más machitos, una que otra hembrita… una estancia, luego un fundo…, una comarca...”
Virgilio soñaba con el marinero Anatol que día tras día enfilaba su barca de Gallipoli a Lepsaky y de Lepsaky a Gallipoli, en busca de la siempre otra amada…
Candela soñaba con que Virgilio la cubriera, como cubría el Barcino a las vacas, o que al menos la inseminaran con el flujo seminal que el marido desparramaba en las grupas de otras hembras…
Huck and Berry soñaban con un mundo en el que, la gerencia de la Ford no les gerenciara la vida…
Los oliveños soñaban “sueños” febriles, estrambóticos y desopilantes a los que sólo una gran héroe como El Superpalo podría dar cumplimiento.
O no…
Hoshua Kurchan (Edit. El Fracaso)
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